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Bar Jauja

Ubicación:             Ontinyent
Año:                             2021
Proyecto:               Reforma local de restauración
Arquitecto:           Joan Martí
Interiorismo:             Odosdesign
Constructora:          Hermanos Figuera S.L.
Cocina:                           Moblecuina
Video:                              Eva Martí
El proyecto parte de un concepto claro, “Heritage”, ¡renovarse sin perder la esencia!
El Bar Jauja es el bar más antiguo de la ciudad de Ontinyent, todo un hito para sus habitantes. Su origen está en una antiguo taller de carpinteria de madera, el cual está situado al final de la calle Altet de Sant Joan donde se practicaba, y hoy en día se sigue practicando, la pilota valenciana en sus modalidades de “galotxa” y “llargues”. Fue entonces, a la finalización de las partidas, cuando, de manera espóntanea, los asistentes se aglutinaban en torno a una mesa a picar y a beber, de ahí la expresión que daría nombre al bar “Açò pareix jauja”  hecho que fue la génesis y con el paso del tiempo acabaría dando origen al bar.
El Bar Jauja es un clásico que, generación tras generación, ha sabido adaptarse a los nuevos tiempos, sin perder su esencia: calidad y tradición. Ésta será la tercera reforma que le acontecerá al local.
La idea principal de proyecto era mejorar y actualizar al s.XIX, sin perder nunca de vista lo que era el Jauja en sus inicios, su esencia, su materialidad…
El proyecto se centró  en las modificaciones objetivas que pudieran mejorar el local tales como la actualización de las instalaciones teniendo en cuenta  su integración con el menor impacto visual posible, establecer unas condiciones óptimas de confort acústico, acercar la experiencia de la cocina a los usuarios así como mejorar la funcionalidad de la misma y liberar el patio interior creando un punto de fuga e iluminación natural en el interior del local, optimizar los flujos del personal de trabajo descomponiendo las barras y  creando dobles circulaciones más fluidas, dotar de unos aseos elegantes y accesibles, añadir pinceladas que aporten calidez mediante el uso de la madera de roble, potenciar al máximo su relación con la plaza Sant Domingo creando grandes ventanales de apertura total y con una materialidad del pavimento que evoque al travertino de la plaza y que dé continuidad a la misma desdibujando el límite interior-exterior.
También se centró en respetar y potenciar los sellos identitarios del local, reinventando su característica barra y mesas de granito, así como sus sillas originales de su primera época, su zócalo perimetral…, todo ello sin perder su marcado carácter mediterráneo.
En definitiva, una intervención atemporal que actualice a los estándares de calidad actuales, pero manteniendo la frescura, elegancia y tradición de toda la vida, un Jauja 2.0 que apueste por la modernidad,  pero sin renunciar al pasado.