Casa J

Esta vivienda rural está ubicada a las afueras del casco urbano, en el límite con la montaña.

En una parcela de gran superficie que debe mantener su carácter rústico, el proyecto tiene la vocación de convertirse en una pieza escultórica exenta en medio de un manto verde. Su volumetría está inspirada en la silueta de la masía típica valenciana con cubierta inclinada a dos aguas, reinterpretando ésta y sustituyendo los másicos muros de carga por una doble de vidrio y lamas de madera. Su volumen se genera a partir de la extrusión de la geometría de un pentágono irregular que recuerda una vivienda tradicional, materializando esa envolvente con hormigón blanco, y desarrollando todo el programa en su interior.

La respuesta a la problemática existente, al tener la parcela las vistas privilegiadas a la sierra opuestas a la orientación Sur, se resuelve generando una pieza alargada con una distribución interior pasante a ambas orientaciones y permitiendo de esta manera no sacrificar ni la contemplación del idílico paisaje ni un soleamiento óptimo. Toda la vivienda se convierte así en un filtro que tamiza la luz y el paisaje.

La pieza monolítica generada está articulada por dos bandas interiores que atraviesan el cascarón de hormigón, donde se ubican las instalaciones de biomasa creando entre ambas un espacio exterior cubierto pasante que se prolonga en ambos sentidos finalizando esta pieza en la piscina que se halla ligeramente elevada respecto a la cota de terreno rememorando así a las albercas de riego tradicionales. Este singular espacio central crea un marco ideal para contemplación de la montaña desde la zona de baño.